Palabra Del Día

Salmos 123:2

“He aquí, como los ojos de los sirvientes miran a la mano de su amo, y como los ojos de una sirvienta a la mano de su amante, así nuestros ojos miran al SEÑOR nuestro Dios, hasta que Él sea misericordioso y favorable hacia nosotros.”

Los gobiernos mundiales pueden planificar, los municipios pequeños pueden poner en vigencia las leyes, la gente común o las personas famosas pueden hacer planes grandes o pequeños, pero el resultado final, el resto está en el Señor. Nuestra confianza solo puede y debe estar en Él. Los esclavos en esos tiempos cruzaban las manos sobre el pecho, sentados en una esquina con los ojos en sus dueños, listos para ser convocados.

Gracias a Dios somos liberados y nuestros ojos ahora solo están enfocados en Cristo, quien murió y resucitó por nosotros.

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