Juan 3:2

“Quien vino a Jesús en la noche y le dijo: “Rabino (Maestro), sabemos [sin ninguna duda] que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales [estas maravillas, estos milagros atestiguantes] que haces a menos que Dios esté con él.”

No es muy popular decir que crees, incluso en aquellos días en que tenían a Jesús entre ellos. Me parece sorprendente cómo mataron al hombre que podía sanar a su hijo.

Jesús dijo que el mundo diría que lo bueno es malo y lo malo es bueno. Es por eso que necesitamos caminar diariamente con Él. Las respuestas, el poder que necesitamos para proteger, cubrir, sanar a nuestras familias se encuentra en Cristo.

Todos sabían a dónde tenían que ir, incluso en secreto, cuando se requerían milagros.