Éxodo 4:31

“Entonces la gente creía; y cuando oyeron que el Señor estaba preocupado por los israelitas y que Él había mirado [con compasión] su sufrimiento, entonces inclinaron sus cabezas y adoraron [al Señor].”

Necesitamos cierta mentalidad para que el poder de la oración funcione. Lo primero que lees en este versículo es que ellos creyeron. Creo que muchas de nuestras oraciones parecen no ser escuchadas, simplemente porque no tenemos ninguna fe en lo absoluto. Entonces, en esencia, ¡nos derrotamos incluso antes de llegar a la puerta!

Conmueve el corazón de Dios cuando ve que te atreves, o te arriesgas, a creer en su palabra y decir quiero creer. Él te encontrará donde está tu fe. Al igual que el apóstol Pablo, quedó ciego y se dio cuenta de que necesitaba hacer negocios con Cristo.

Dios está llamando nuestra atención como nación hoy. Levantémonos y busquémoslo, ahora que todavía se puede encontrar.