Salmos 34:3-4
“Oh, magnifica al Señor conmigo, y exaltemos su nombre juntos. Busqué al Señor, y él me escuchó y me libró de todos mis miedos.”
La adoración siempre ha sido un camino hacia el corazón de Dios. Mueve y Su espíritu gentil para moverse de una manera poderosa en nuestras vidas. Hace que nuestras oraciones sean efectivas, conmovedoras, cambiantes y victoriosas.
Magnifícalo con tu vida, tu mente, y eso te llevará a Dios.