Salmos 113:7-8
“Él levanta del polvo al pobre, Y al menesteroso alza del muladar, Para hacerlos sentar con los príncipes, Con los príncipes de su pueblo.”
Muchas veces las personas no precisamente se sienten pobres en el espíritu, se sienten pobres de gozo o de gente que aman, de un compañero, pobres de deseos, de sueños o de cualquier necesidad, pero Dios está diciendo: que Él te levanta de esas emociones, situaciones, debilidades o de lo que sea.
Muchas veces somos muy duros y pensamos que podemos levantarnos solos, no es así; porque necesitamos la mano de Dios para poder agarrarnos de Él y Él nos levanta fácilmente.
Para uno mismo es difícil, hasta a veces imposible, pero con Dios es muy fácil.
Cuando tú ves una persona que está en el piso, tú le das la mano pero primero tú te pones firme y puedes levantar esa persona muy fácil, así es Dios, Él siempre está en la posición fuerte, nunca está débil y Él puede darte tu milagro así de repente.
Dios no es un Dios que está distraído o que se olvida, Él no se confunde, Él sabe siempre lo que está haciendo porque Él es Dios.
Vamos a tener fe de que Dios tiene todo en control que no se olvida de nada, te ama, quiere cuidarte, Él te va a bendecir porque Él es Dios.
Amén.
