S. Marcos 8:2
“Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer;”
Dios tiene compasión.
La gente venía a Jesús para oírle, para ver milagros.
El punto aquí es que habían pasado tres días, y cuando Cristo vino a predicar la palabra a la tierra, Él pasó tiempo en el mundo, preparando el plan para el cuál vino; tenía que morir y resucitar, pasó tres días desde el momento en que lo mataron, ahí resucitó, se levantó de la muerte.
Esto representa que ellos tenían hambre y al tercer día el se arrodilló pidiendo comida para que pudieran comer.
El punto es que Dios nunca te deja con hambre, siempre hay una respuesta con Cristo, no importa que tan complicado sea, cual grande sea la situación, Dios nunca te va a dejar, el siempre tiene el agua para tomar, el pan para comer y siempre te deja satisfecho.
Solamente tenemos que agarrarnos de Dios, creer y saber que Él tiene todo en control y que hay un propósito para todo.
Nuestro trabajo es aprender y decir:
“Señor qué es lo que quieres que le vea a está situación? Déjame crecer, ábreme los Ojos, déjame oir Tu voz correctamente y cambiar como tú quieres que yo cambie, crecer, amarte y servirte como tú quieres.”
Ahí hay milagros y poder, esta ahí mismo, vamos a creer.
Amén.