2 Crónicas 7:14
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”
Es increíble que esta es la respuesta a todo en la vida; que primero debemos estar llamados por su nombre.
Es como una madre que puede tener diez niños alrededor llorando, pero ella reconoce el llorar del suyo.
Dios conoce a su pueblo, Él conoce a sus hijos y estamos llamados por Él, para hablar, estar y reconocerlo a Él; ahí es un cuando podemos hablar, buscarlo agresivamente y ser humildes, reconociendo cuan poderoso es, porque Él es poder y el significado de poder es Dios.
Tenemos que creer que Él enderezará tu vida, aclarará tu situación y pondrá las cosas en su lugar.
Debemos tener la humildad para reconocer que estamos perdonados, eso es poder.
El arrepentimiento es un regalo del Espíritu Santo y con eso podemos ir frente a Dios para hablar con Él.
Dios contesta, arregla y nos da regalos y maravillas por su Gracia.
Hoy vamos a empezar a orar dándole gracias al Señor por la palabra que recibimos, que los grandes cambios están sucediendo ahora mismo y porque somos humildes delante de los ojos de Dios por su gracia.
Amén.