Luke 12:16 (RVR60) También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho.

Este hombre tenía una tierra muy fértil y fructífera; en otras palabras, era muy próspero. Su error fue que se apoyó en su prosperidad y fuerza, eso es peligroso. El corazón y el plan de Dios es que seamos prósperos y bendecidos, pero debemos recordar inclinarnos, confiar, depender exclusivamente de Jesús. La prosperidad es un don para sanar el estrés y usarlo para Su propósito de llenar el cielo. Tenemos que asegurarnos de que nuestra prioridad es ver que el plan divino, santo y santificado de Dios se cumpla. A veces, cuando nos encontramos en nuestra tierra de prosperidad, podemos centrarnos en otras cosas, menos de Dios. Nuestra fuerza no está en la prosperidad, sino en Aquel que nos dio prosperidad.

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