Isaías 57:13
“Cuando clames, que te libren tus ídolos; pero a todos ellos llevará el viento, un soplo los arrebatará; mas el que en mí confía tendrá la tierra por heredad, y poseerá mi santo monte.”
Esto significa que cuando ponemos la confianza en el mundo es vanidad, que un viento puede venir y derribar todo en un segundo y no queda nada.
Pero cuando tenemos la confianza en Dios, eso cambia todo y nos hace dueños de la situación. Él cambia todo y lo pone en orden.
Él nos pone por cabeza y no por cola. Que tenemos la sangre de Cristo cubriéndonos y protegiéndonos. Él nos separo y nos santificó solo para Él; solamente así vamos a poder entrar y ser ministros de Dios.
Eso pasa sólo cuando ponemos a Dios primero, nos volvemos dueños de la situación porque nos da poder y autoridad.
Hoy vamos a estar meditando en que debemos tener confianza sólo en Cristo. Vamos a poner los ojos solamente en Él.
Amén.