Salmos 60:6
“Dios ha dicho en su santuario: “Yo me alegraré; Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.”
Dios es santo y cuando habla, siempre se cumplen sus promesas. Él es la palabra. Cuando Él da la palabra, es una promesa.
Cuando Dios habla, la reacción apropiada es: "Me regocijaré".
Él es por siempre fiel; Él no rompe las promesas, sino que Jesús es un pacto. Tu herencia de nuestro Padre Dios, te está esperando. Simplemente cree, entiende y comienza a vivir en ello.
Uno debe ser consciente de su herencia. Esa es una vida de éxito.