Salmos 57:7
«Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto; Cantaré, y trovaré salmos.»
En otras palabras; dice que estemos enfocados en Dios, que tu alma, cuerpo, cada palabra, alabanza, esfuerzo, pensamiento, sueños y todo lo que tengas estén fijos en Cristo.
Cuando ponemos a Dios primero en cada decisión, pensamiento, deseo y le preguntamos qué es lo que Él quiere, no lo que nosotros queremos, ahí está la bendición.
Vamos a decirle:
“Yo sé que caminas conmigo y yo quiero hacerte feliz, déjame amarte como Tú quieres”.
Por eso Cristo dice:
“Si me amas vas a ser obediente; si no eres obediente no me amas.”
Por eso hoy vamos a meditar en esta escritura y tratar en lo más que podamos, que cada decisión, pensamiento, cosa esté totalmente enfocado en Cristo, poniéndolo a el y su agenda primero.
Amén.