2 reyes 20:3
«“ Por favor, oh SEÑOR, recuerda ahora [con compasión] cómo he andado delante de ti con fidelidad y verdad con todo el corazón [totalmente dedicado a ti], y he hecho lo que es bueno a tus ojos ”. Y Ezequías lloró amargamente . »
La oración de este hombre era tan efectiva que tocó el corazón de Dios y le dio más años de vida.
El punto es que una oración fuerte, que venga del corazón, tiene mucho valor.
No es hablar con Dios por hablar, porque Dios es un Dios de pasión y estamos apasionados por Él.
La oración fuerte que viene del corazón que está llena de pasión tiene mucho más poder que cualquier otra cosa, por eso la escritura dice que el hombre que ora fuerte y es justo te va a hacer sentir mucho mas.
Este Rey no oró normalmente, él fue a un Dios que está lleno de pasión, agradecido, que ama a sus hijos, él fue a un Dios que cumple; ahí es cuando Dios dice:
Si estás orando, ora con fuerza, ora con pasión.
Tú vas a tocar el corazon de Dios y vas a poder decir:
“Señor yo no me voy a rendir, no voy a dejar de orar, yo te creo y yo sé que voy a recibir tus promesas, en el nombre de Jesús amén.”