Salmo 51: 1 (AMP): Ten misericordia de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tu tierna misericordia y misericordia, borra mis transgresiones.

Nunca supe realmente lo que eso significaba hasta que el Espíritu Santo tocó mi corazón un día. Fue una sensación bastante asombrosa. Sabía que era un pecador y que necesitaba ser salvo de algo, pero no estaba muy seguro de qué. Comprendí que lo que había entrado en mi corazón era bueno y estaba ahí para salvarme. El perdón de los pecados es más grande de lo que podemos comprender. Fue el pecado lo que causó esta gran caída en la vida desde el principio de los tiempos. Así que ahora, es el perdón de los pecados lo que puede arreglar, reparar, dar poder y restaurar la vida. Es la salvación de toda la humanidad.