2 Timoteo 2:8
“Recuerda que Jesucristo, de la simiente de David, resucitó de entre los muertos según mi evangelio:”
El Padre, siendo perfecto y bueno, envió a Su Hijo para el éxito, no para el fracaso. La resurrección era imprescindible. Un éxito planificado previamente para la vida humana.
Registrado en la historia por varios gobiernos e historiadores que, de hecho, Jesús fue presenciado como resucitado. Esa es una noticia gloriosa para nosotros y para el mundo. Sí, hay una esperanza viva para nuestra salvación y paz.