Palabra Del Día

Hebreos 11:30

“Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días.”

Este era un ejército de hombres que por siete días ninguno de ellos dijo una sola palabra; este milagro es más grande que tirar las paredes, porque el hombre no puede resistir el hablar, está en la carne, en los pensamientos, en las emociones.

Un ejército siempre está listo para matar a alguien, están nerviosos, llenos de tensión.

Ellos no sabían a dónde iban, simplemente tenían que ser obedientes, no sabian que de un momento a otro todo se iba a caer y que iban a empezar a pelear.

Un ejército siempre está a la expectativa, no saben lo que va a pasar, solo saben que su trabajo es matar y conquistar.

Dios es tan poderoso que puede callar la boca de un ser humano, esto tiene que ser más increíble que tumbar las paredes.

Nosotros no podemos resistirnos de hablar mal y es triste.

Dios quiere que simplemente oigamos su voz. Cuando hablamos menos, la bendición es más grande, lo menos que pensamos, más estamos en la perfecta voluntad de Dios, ya que cuando hablamos no podemos oir a la otra persona, no se puede hablar y oir a la misma vez, porque no entendemos.

Es un beneficio poner nuestras manos sobre la boca y escuchar del Señor.

Hoy vamos a escuchar al Señor y decir menos palabras oír su voz mucho más.

Con las palabras que digamos tenemos que darle jubileo a más personas.

Vamos a darle jubileo a alguien por la gracia de Dios.

Vamos a entrar en el jubileo de verdad.

Amén.

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