Genesis 28:18
«Entonces Jacob se levantó temprano en la mañana, tomó la piedra que había puesto debajo de su cabeza y la colocó como un pilar [es decir, un monumento a la visión en su sueño], y vertió aceite [de oliva] sobre la parte superior de ella [para consagrarlo]. »
Jacob era un hombre bien sabio pero tenía mal carácter y amaba a Dios.
Él sabía que tipo de persona era pero quería cambiar por la gracia de Dios.
Algunas veces nosotros pensamos en qué hacer para tener la atención de Dios y nos sentimos desesperados porque la situación se pone complicada y necesitamos que Dios conteste ahí mismo. Dios va a contestar siempre a tiempo y nunca tarde.
Lo más importante que debemos tener en mente es que Dios nos ama más que nadie en el mundo y su amor es perfecto y siempre llega a tiempo.
Jacob hizo algo bien interesante, cuando tenía que salir corriendo de su casa, Él tomo lo más importante y lo único que tenía su ropa puesta y aceite; en ese tiempo era muy valioso. Él nunca pensó que iba a necesitar el aceite en el sitio donde llegaría, pero pensó que el pacto con Dios era lo más importante penso y dijo:
esta situación es muy grande pero aquí está el aceite, aquí está mi vida yo te doy todo y si tuviera más te lo doy.
Vamos a darle nuestro corazón, vamos a rendirnos más a su presencia, a orar y preguntarle qué más quiere que hagamos y el Señor inmediatamente, como a Jacob le cambió su destino, hará lo mismo con nosotros.
Estamos en pacto pero tenemos que recordarnos que estamos en pacto y si Dios quiere más, dale más, porque nunca puedes perder con Dios, ganamos siempre por la gracia de Dios.
Amén.